Marcos el Espartano, un Chiliarch (Líder de Mil) del ejército de Alejandro. Se unió al ejército cuando era un joven lleno de vitalidad y ansioso por aventura justo después de la Batalla de Gaugamela.
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Fue mucho más tarde, en el campamento debajo de La Montaña, cuando ganó el apodo de Lupernikes o “Victoria por Lobos”.
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La historia cuenta que atrapó a unos jóvenes de sangre caliente que habían estado fomentando una especie de rebelión mediocre que, en la certeza de su popularidad, pensaron que saldrían como héroes. Eran acusados por la violación y el asesinato de algunas mujeres ‘esposas de acampamiento’. El pequeño grupo se había llamado a sí mismo los Jóvenes Lobos y sentían que, frente jucio del ejército, que era su derecho, significaría la victoria para ellos.
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Bajo la ley macedonia y la ley persa que se estaba filtrando por el ejército, Marcos pudiera haberlos matado sin más, pero decidió dejar que el castigo se ajustara al crimen; desde que Alejandro se desapareció dentro de La Montaña, la disciplina del ejercito entero no había derrotado y había que hacer ejemplo de esos críos .
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En cierto modo Lacónico, se les dio un discurso que terminó con;
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"A diferencia de ti, un lobo tiene pelotas . ¡No habrá victoria para los lobos, solo estaré yo!"
También termino con los lobitos necesitando una caña para orinar.
Fue conocido como Lupernikes desde este momento y fue por esto que llamó la atención de Alejandro porque, de la noche a la mañana, los disturbios en el ejército impaciente casi se evaporaron. Historias de aterrador Lupernikes que “come las pelotas de los culpables”, a cambio, solo crecieron.