Los goblins son criaturas extrañas. Estamos seguros de que son una especie nativa de Gaia, pero hemos visto un número notable de similitudes entre los goblins y los Ghorkai.
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Ambos son humanoides de piel verde con orejas puntiagudas y afiladas, rasgos faciales proporcionados en gran medida, demasiados dientes puntiagudos y una comprensión innata incluso de la tecnología más compleja. Sin embargo, no se ha encontrado evidencia de Ghorkai en Gaia, que los dioses sean buenos. Las viejas leyendas son solo eso, porque no hemos conocido a muchos habitantes del mito... a menos que se cuente un dragón, una colonia subgaiana de enanos y goblins, claro...
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Estábamos seguros de que estos seres fuera también de mito pero aquí los vemos o, en el caso de los goblins, que sólo se vea a ellos cuando quieren. Sin embargo, no quieren hacernos daño porque los goblins de Chomolungma han trabajado diligentemente con los enanos durante generaciones e incluso son respetados entre la gente que es tan protectora con sus cumplidos como con sus recetas secretas de forjar.
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Los goblins son, en promedio, de altura más baja que los humanos, alcanzando el tamaño de un humano promedio de 12 años en su madurez. Tienen físico flaco y desgarbado pero, en contraste, son sorprendentemente fuertes.
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Altamente inteligentes y diestros, los goblins son responsables de gran parte de la modernización de la tecnología enana, especialmente sus partes complejas y complicadas. Aunque escandalosos (especialmente bajo la influencia de uisge, su bebida favorita que hicieron con musgos y líquenes de cueva) e indisciplinados, son leales y, si les da un problema difícil qu solucionar, se centrarán casi obsesivamente en ello.
Como los enanos, los goblins se originaron en Eirè y Bryttan/Skotia, y se cree que siguieron la migración de los enanos, escapando de su propia forma de persecución. Les gustan ‘coleccionar’ cosas bonitas y que les atraiga el ojo, a pesar de a quien le pertenece, como urracas.